No estás sola, no estás solo. Podemos ayudarte a estar mejor, a entender más a tu bebé, a conectar con tu hijo o hija, a bajar la angustia. Sabemos lo que significa para una familia lidiar con un diagnóstico inesperado, con la incógnita de un “no diagnóstico” y la frustración que provoca que se prescriba un tratamiento como una receta, sin atender a la singularidad de cada persona. Por eso nuestro enfoque está centrado en la familia, y por eso -nos enorgullece decir- nos diferenciamos.
En nuestro centro atendemos familias que atraviesan situaciones difíciles a nivel vincular, emocional o que necesitan una actividad que les permita conectar con la felicidad y alejar el diagnóstico por un rato.
Eso no quiere decir que no sepamos de discapacidad o de necesidades especiales, todo lo contrario, sino que nos interesa abordar los planes de tratamiento de acuerdo a las potencialidades, gustos, intereses, necesidades, posibilidades y contextos de cada paciente y de su familia.
Hacemos musicoterapia con familias con bebés y niños con trastornos neurológicos, síndrome de Down, traumatismo craneal, ACV, lesiones medulares, ECNE, trastornos en el aprendizaje, problemas emocionales, de la comunicación o del habla, nacidos prematuros, autismo, TGD y Asperger, entre otros.
¿Sólo pueden hacer musicoterapia los niños diagnosticados con alguna discapacidad?
No. Además de niños con necesidades especiales, trabajamos con pacientes que no tienen un diagnóstico establecido, pero su comportamiento se corre de lo esperable. Atendemos bebés que han nacido prematuros y su desarrollo tiene un retraso madurativo que necesita de cierto estímulo para nivelarse a los parámetros esperables; pequeños con trastornos del desarrollo, cuyo comportamiento llamó la atención de sus padres, quienes notaron que hay algo diferente en su hijo, pero no saben bien qué es. También atendemos chicos que están atravesando una situación traumática particular (pre-operatorio, separaciones, duelos, migraciones, situaciones de abuso) o que tienen un hermano o hermana con discapacidad y necesitan un espacio propio de expresión y contención.
¿Los padres también participan?
Es un requisito fundamental que los padres o responsables principales de los niños hasta los 5 años participen activamente en nuestras sesiones, ya que consideramos que todo lo que se puede trabajar en ellas, ayudará a mejorar la forma de vincularse y de estimular al niño. Nuestro lema es que “detrás de cada niño con necesidades especiales se encuentra una familia con necesidades especiales”, así que no solo es recomendable, sino necesario. También ofrecemos entrevistas con los padres solos, si se lo considerara pertinente.
¿En qué momento del diagnóstico se recomienda empezar con musicoterapia?
Cuando el bebé o el niño manifiesta algún desfasaje en su desarrollo, y sus padres se dan cuenta de que algo no anda bien, es el momento de hacer la consulta.
En algunos casos iniciamos los tratamientos con diagnósticos prenatales antes del nacimiento del bebé, por ejemplo, si durante el embarazo se detecta una malformación, algún síndrome, o el bebé deberá ser intervenido quirúrgicamente una vez que nazca.