¡Que nada limite tus ganas de aprender!
El programa va variando y adaptándose según los potenciales de cada alumno o alumna, ya sea la ejecución de algún instrumento en particular, el uso de programas musicales y/o la composición de canciones. A la vez, tenemos en cuenta sus preferencias musicales para facilitar el proceso de enseñanza.
El aprendizaje musical, además, aporta beneficios secundarios a la persona con discapacidad. Por ejemplo, le permite mostrar y compartir sus producciones musicales con otras personas, le ofrece una opción para superar los obstáculos físicos y mentales, así como también desarrollar sus emocionalidades.
¿Qué enseñamos?
Piano, guitarra, bajo, canto, uso apropiado de la voz, instrumentos de percusión y diferentes programas de computación con los cuales se puede componer, producir y grabar música. También aspectos teóricos como armonía, notación musical, ritmo, uso de softwares, edición y masterización de canciones con adaptaciones.
¿Cuáles son los tipos de adaptaciones que utilizamos?
Adaptaciones instrumentales, adaptaciones corporales (elementos que ayudan a tener una mejor postura corporal), adaptaciones musicales (recursos que facilitan la comprensión de los aspectos teóricos de la música y la ejecución de instrumentos, como tarjetas de colores, partituras adaptadas con pictogramas, o marcas de colores en las teclas) y adaptaciones tecnológicas (herramientas como softwares, teclados adaptados, switches, que ayudan a crear música a través de la computadora).
¿Cuáles son los requisitos mínimos para aprender un instrumento?
Uno de los requisitos básicos es que el alumno posea las habilidades cognitivas mínimas requeridas para el aprendizaje. Por lo tanto se deberá realizar una evaluación inicial para analizar las posibilidades y los tipos de adaptaciones que se utilizarán para su programa específicamente.